jueves, 17 de marzo de 2011

LA ESPERA...




Brindar nuevos caminos a la entraña
que presiente sabe y se acongoja,
abrir como una flor que se deshoja
quisiera, esta canción que siento extraña.
Hallar la sepultura en la montaña
que es capaz de albergar la nube roja
que amortaja la tarde, ver  que enoja
al otro yo que siempre me acompaña.

Cuestiones son  de un sueño mortecino,
que mata esperas  engarzando en humo,
las perlas sin calor de un cielo huido.
Pasatiempos  apenas sin respuesta,
para abreviar la empedernida cuesta
cuyo final  feliz  en ti presumo. 

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