sábado, 23 de abril de 2011

GUERRERA...

Una vez mas tu fría garra ha caído sobre mi alma para destrozarla
y aunque lejos estoy, me  has herido con tanta certeza
como si tu garra de acero hubiese cortado mi delicado cuello
con su frío filo.
Una y mil veces te dí como ofrenda
la pureza inmaculada de mi noble alma,
viví para esperarte, aparté  de mi lado
todo pensamiento que pudiera distraer
mi atención de tu amada existencia.
Renuncié a mis orígenes,
 abandoné de todo lo que antes formaba parte de mi vida,
me quedé sin nada mas
que tu presencia amada,
y aun así me sentía feliz y plena.
Vacié mi alma de sentimientos
y la llené solo con tu  imágen,
me alimenté de tus palabras,
de tu tiempo, de  tus letras,
te esperé cada día para vivir un día mas,
y sin embargo
te parecí demasiado pura, demasiado  honesta,
demasiado casta para ser tu amada.
Porqué no vi entonces la brutalidad de tu alma,
cerré mis ojos a tu oscura forma de vida,
aún hoy después de seis años
me pregunto quien fue el creador
de un ser tan despreciable.
Pero hay días en los cuales dejo de sentirme triste,
y mi sangre de guerrera se enciende como fuego líquido
y tensos los dedos sobre mi espada
juro venganza, porque  no es justo,
no es justo que hayas robado noches y días
a mi noble vida
y sueños a mi corazón de niña…
Ahora solo puedo odiarte, odiarte  porque te amé demasiado,
odiarte porque profanaste el templo de mi alma
con tus mentiras y deshonras,
con tus eternas ausencias, con  tus historias y tus argucias
Te odio ahora y me es agradable sentirlo
pues odiándote ya no me siento débil,
la fuerza que me entrega el odio mantiene la espada en mi mano
para asestar el golpe de gracia cuando yo así lo desee…


No hay comentarios:

Publicar un comentario