Me oprime el aire lleno de tu ausencia,
tus besos blancos y rojos, son sarmientos
que crecen en el alma y suben lentos
hasta mis labios yertos de impotencia.
Un siglo y no me haría a la evidencia
de esta niña sin manos. Mis acentos
son los acordes rotos, pensamientos
que por buscarte pierden su armonía.
Una nube, un silencio, va mi arado
cortando lunas inútilmente.
El tiempo arrastra tierra seca del pasado
y sueños sin abrir en el presente.
Y siempre en medio un río... y tu de un lado
y yo del otro, suspirando siempre…
tus besos blancos y rojos, son sarmientos
que crecen en el alma y suben lentos
hasta mis labios yertos de impotencia.
Un siglo y no me haría a la evidencia
de esta niña sin manos. Mis acentos
son los acordes rotos, pensamientos
que por buscarte pierden su armonía.
Una nube, un silencio, va mi arado
cortando lunas inútilmente.
El tiempo arrastra tierra seca del pasado
y sueños sin abrir en el presente.
Y siempre en medio un río... y tu de un lado
y yo del otro, suspirando siempre…
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