Un nudo de silencio se alza en torno mío
por eso se que no estás, por el sonido del agua
azotando el cristal, por como llena
de mortecina luz la luna a mi río.
Por un temblor, que es casi desvarío,
porque de cada vena
me cuelga un grito rojo y en mi arena,
la huella de tus labios, tiene frío.
Melancólica voy, como errabunda
por eso se que no estás, por el sonido del agua
azotando el cristal, por como llena
de mortecina luz la luna a mi río.
Por un temblor, que es casi desvarío,
porque de cada vena
me cuelga un grito rojo y en mi arena,
la huella de tus labios, tiene frío.
Melancólica voy, como errabunda
por verte cada día que pasa y
se que no estás porque fracasa
el sol en penetrar por mi ventana,
porque apenas calienta ya mis brazos,
porque ya no se orar, porque me hundo en el olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario