lunes, 2 de mayo de 2011

NAJMA

A menudo en la última estrella brilla la luz más pura,
que se cierne sobre el borde de la mañana gris,
miro, y pienso en los ojos que me amaron
tan dulcemente, y sin embargo la distancia alejó.

 Este pobre corazón es sincero, y  en cada latido puedo decir:
¡Mi amor fuè inmortal desde la primera vez que nos conocimos!
sin embargo, tu nombre que despierta en mí, como un hechizo
me ha enseñado la triste naturaleza del olvido…
Tú eres aún el amor de mi vida
pues eres tú quien me enseñó a volar,
por eso, cuando  veas lágrimas en mi rostro,
es que aún no has llegado a comprender del todo
a la flor marchita que tu mano arrancó de las arenas.

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